Cuando el general Primo de Rivera
dio el golpe de estado del 13 de septiembre de 1923, anulando la constitución y
disolviendo las instituciones democráticas, D. Miguel de Unamuno, desde su estrado en la Universidad de
Salamanca condenó abiertamente el
régimen militar de Primo de Rivera, y
por ello fue desterrado a la isla de
Fuerteventura adonde llegaría el 10 de marzo de 1924.
Su estancia en la isla fue sólo
de cuatro meses, pero en ella escribiría
cotidianamente, inspirándose en el paisaje y las costumbres de sus
gentes. Él con su cuidada poesía y descriptiva prosa supo inmortalizar la especial idiosincrasia
del paisaje y la cultura majorera, dándola a conocer desde entonces con una
auténtica proyección mundial.
Seleccionamos
aquí algunos fragmentos de su obra, que entresacamos de su contexto y las acompañamos con imágenes actuales de la isla y con música tradicional de
Domingo Luis Rodríguez Oramas.
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