domingo, 8 de enero de 2017

EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE TEFÍA


              

              Fuerteventura, isla alejada, recóndita, desértica  ha sido lugar ideal para refugiarse y a la vez para esconder a los molestos o a  los degradadores del sistema. Unamuno y Soriano no compartían los ideales antidemocráticos de Primo de Rivera y aquí fueron confinados. Durruti, líder de la CNT, fue  muy incómodo para la II República española y acabó desterrado en Puerto de Cabras. Franco envió a Fuerteventura a sus adversarios políticos , y  los arrabales saháricos de Majada Marcial del  viejo Puerto Cabras, sirvieron como celda de castigo para los apresados  en la  guerra de Sidi Ifni.  Pero uno de los capítulos más negros de la historia de la isla lo supuso sin duda  la creación del campo de concentración de Tefía, donde durante años se retuvieron  a los presos republicanos y posteriormente a los homosexuales. 
Para conocimiento  de las nuevas generaciones de los sufrimientos del pasado, nos permitimos reproducir  un fragmento del  documental "La memoria silenciada", realizado por DAVID BAUTE, hombre nacido en Garachico  y  una de las joyas cinematográficas de nuestra cantera que se ha especializado en la realización de documentales.